Las habilidades que se obtienen son crear planes de gestión de riesgos; comprender las técnicas de mejora de procesos; utilizar software, herramientas y plantillas de gestión de proyectos; practicar la gestión ágil de proyectos, con énfasis en Scrum; practicar la comunicación estratégica y la resolución de problemas, a través de escenarios del mundo real.